Reclusión

Siguiente entrega de la antología «Esto lo contamos entre todos», que surgió como una manera de dar voz al subconsciente de todos aquellos que, durante la cuarentena que comenzó el 15 de marzo de 2020, se prestaron a participar en este experimento.

El resultado de ese esfuerzo fue un compendio de cuarenta y cuatro variopintos relatos de diversos géneros —desde comedia o drama, hasta ciencia ficción, realismo mágico o terror—, que crecían y se imbricaban poco a poco, conectándose entre sí para formar un universo complejo y orgánico en torno a los conceptos de pandemia, cuarentena y encierro en sus sentidos más amplios, pero con la suficiente entidad propia como para ser intemporales.

 

En esta ocasión partía de la premisa «Un café y un periódico con la noticia de la pandemia», propuesta por @Alete.C 

¿Te animas a descubrir qué es lo que cuenta?

Reclusión

Jaime miraba distraído las noticias, removiendo el café de la mañana, corto e intenso, como se lo había preparado cada día desde que le alcanzaba la memoria.

Una sonrisa perezosa le elevaba la comisura de los labios, escalando para oír mejor al presentador. En ese momento, con la voz entrecortada, informaba del toque de queda recién decretado debido a la estupidez de la raza humana. Quizás no con esas palabras, pero así fue como Jaime las interpretó.

La epidemia que había alimentado tantos memes, se había convertido en una pandemia que alimentaría a unos cuantos más.

«Por favor, traten de hacerlo todo en casa y no salgan a menos que sea estrictamente necesario».

Al otro lado de la puerta se escuchaban los pasos atropellados de sus vecinos, que huían de la ciudad, iban a abastecerse con toneladas de inútil papel higiénico o incluso dirigirse a alguna fiesta en honor a una muerte asegurada, chupitos gratis incluidos.

Las manos le temblaban y tenía la mandíbula muy tensa. El presentador, no Jaime. Jaime era un mar de parsimonia.

Llevaba quince años sin ser capaz de salir de aquel diminuto apartamento, aterrorizado por el mundo exterior y sus peligros. Cada vez que lo intentaba era incapaz de llegar hasta el siguiente rellano.

Y ahora el locutor le daba algún tipo de sentido a toda esa locura, apelando al gesto heroico de no salir y contribuir a propagar la enfermedad.

Él, un héroe por quedarse en su puta casa.

Jaime se acercó al ordenador y reprodujo su disco favorito.

Aquel por fin iba a ser un día sin un final de mierda.

Un relato de Fernando D. Umpiérrez

A partir de la premisa de @Alete.C:
«Reclusión».

Banda Sonora Opcional: Agoraphobia – Deerhunter

«Esto lo contamos entre todos». © Todos los derechos reservados.

Publicado por Fernando D. Umpiérrez

Guionista, escritor, superviviente y tan biólogo como médico el Gran Wyoming. Un soñador empedernido encerrado en el cuerpo de un pragmático redomado. Observador impasible de realidades alternativas. Ahora sobrevivo como guionista de fortuna. Si buscas alguna historia y no la encuentras, quizás puedas contratarme...