El espejo de Dorian
Y llegó el final de los finales. Ésta es la última entrega de la serie de relatos inspirados en las maravillosas imágenes de Mondo Diávolo, creadas por la magia de Medialuna Photography.
En este último pedazo de fantasía surgido del reflejo de una realidad transformada en ilusión a través de una lente circular, nos enfrentamos, paradójicamente, a otro tipo de reflejos. A la mirada penetrante de Iván Ramos, al mando de las seis cuerdas en la formación, que nos muestra nuestros miedos más oscuros, aquellos surgidos de las máscaras y de la propia inseguridad.
Es una triste despedida, pero nada deben temer, pues Inspiraciones mutuas continuará próximamente, con más historias tejidas a partir de la generosa creatividad de otros genios.
El universo se para y cada estrella nos dirige su mirada…
El espejo de Dorian
Puedo sentir el escalofrío que atraviesa tu columna, pero no te preocupes, pues es normal temer enfrentarte a lo que llevas años esforzándote por enterrar. Sin embargo, recuerda que una flor crece bien sobre tierra putrefacta pero, si esta tierra no se airea, con el tiempo se terminará por marchitar.
Debes desafiar a tus demonios con arrojo y no temer aquello que crece en tu interior. El miedo es un lastre que acarrea el ser humano a sus espaldas, amigo mío, y negar esta evidencia siempre ha sido su mayor error. Como lucifer borrando su existencia del corazón de los cristianos, negar el miedo lo alimenta y le permite caminar a sus anchas por el mundo, cruzándose sin piedad con un sinfín de entes descarriados y desviándolos cruelmente de su rumbo.
[pullquote]Ven, acércate y vislumbra tu alma herida, pues soy aquel que abrirá tus cicatrices.[/pullquote]Ven, acércate y vislumbra tu alma herida, pues soy aquel que abrirá tus cicatrices. Anímate a explorar lo más oscuro de tu psique y no tengas miedo a la verdad que quedará grabada en tu memoria. Fantasmas del pasado penetrarán a bocajarro en lo profundo de tu espíritu, a través del fiel reflejo de estas dos ventanas grises. Y lucharán por recuperar el sitio arrebatado, para formar de nuevo parte de tu historia.
Vive con ese miedo; esa verdad; esa memoria. Permíteles que te muestren tus virtudes y te enseñen. Estúdialos con celo, mímalos y aprende de su esencia si demora, ya que sin la sabiduría y fortaleza que te otorga ese talento, sin la experiencia de una vida de aprender de tus errores y tener la voluntad de volver a levantarte, no quedará de ti más que el triste recipiente de lo inerte.
Un relato de Fernando D. Umpiérrez
Banda Sonora Opcional: Ya no habrá más días – Mondo Diávolo
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