Un lugar en el mundo

Parecía inverosímil que, con el tiempo que había dedicado a buscarle una solución, me encontrase de nuevo con aquel particular dilema.

Pasé años dando vueltas a la pequeña pieza de irregular contorno, limando sus aristas, ablandando sus bordes, e incluso interpretando de una manera un tanto laxa las reglas de aquel divertimento, al tratar de pintar su superficie. Nada de aquello tuvo el éxito esperado.

Llegué a cogerle aprecio a sus singularidades y busqué con ahínco un lugar en el que encajase. Primero, traté de colocarla en el centro contra toda lógica, puesto que era complicado con tantas otras rodeándola. Luego, probé suerte en el perímetro, donde menos molestase, pero en ninguno de los sitios terminaba de integrarse.

La dejé largo tiempo apartada en un cajón, lejos de sus compañeras, impregnándose del característico aroma del olvido, y cuando la rescataba del moho y de las garras del tiempo, volvía a encontrarme en la misma tesitura. Era imposible encontrarle un sitio adecuado a aquella pieza dentro del rompecabezas de la vida.

Lo que comenzó como un infantil divertimento se había transformado, paulatinamente, en una suerte de frustración adolescente, que luego dejó paso a la madura resignación de ver cómo todas las piezas a su alrededor iban encajando a su manera. Y lo que más me atribulaba, lo que me mantenía despierto por las noches dando vueltas en la cama era que, pese a su incapacidad de integración, sin ella aquel puzle jamás estaría completo.

Un microrrelato de Fernando D. Umpiérrez

Banda Sonora Opcional: Alta fidelidadLori Meyers

Publicado por Fernando D. Umpiérrez

Guionista, escritor, superviviente y tan biólogo como médico el Gran Wyoming. Un soñador empedernido encerrado en el cuerpo de un pragmático redomado. Observador impasible de realidades alternativas. Ahora sobrevivo como guionista de fortuna. Si buscas alguna historia y no la encuentras, quizás puedas contratarme...